Ekilikua es una pequeña editorial de juegos de mesa de Navarra preocupada por la educación en valores y el desarrollo sostenible. Desde que entras en su página te enamoras. Por sus juegos cooperativos, las temáticas que tratan y su gran colorido.
Desde que la conocimos no hemos parado de ver juegos que nos han encantado, pero me dí cuenta de que en la redes hay pocas o ninguna reseña sobre ellos, así que he decidido hacer una sobre uno de los que hemos jugado para que todos veáis lo geniales que son.
He querido empezar por Desjaulados porque es el que más le gusta a mi #Grumete. Un Memory muy divertido donde para ganar tendréis que comportaros como verdaderos animales.
DESJAULADOS
Jugadores: de 2 a 6.
Edad: Principiantes – de 4 a 6 años / Expertos – a partir de 7 años.
Tiempo: 15 minutos (principiantes) / 25 minutos (expertos)
Don Safarín Tolocazo atrapa todos los animales que encuentra a su paso. La misión de los jugadores será liberarlos.
Para ello tendrán que tener suerte con los dados, ejercitar su memoria y jugar cooperativamente, comunicándose en distintos lenguajes animales ¡¡sin utilizar palabras de ningún idioma humano conocido!!
COMPONENTES
Tablero reversible
36 Tarjetas de cartón rígido
28 tarjetas de animales
1 tarjeta de cazador
1 tarjeta de prismáticos
6 tarjetas de Uno + Uno
6 Fichas de colores y 2 dados de madera (*)
1 Peón de madera (*)
PRINCIPIANTES
PREPARACIÓN
Escogemos 18 tarjetas de animales (de las 28) y las ponemos boca abajo.
Cogemos las 4 de arriba y las dejamos en medio de los jugadores boca abajo también, junto a ellas colocamos la carta de los prismáticos y la del cazador, éstas boca arriba.
Ponemos al azar, al lado de cada carta, una ficha de color, asociando así el color a la carta.
Dejaremos preparado el tablero por el lado de los loros. El peón comienza donde está el punto marcado.
¿CÓMO SE JUEGA?
Lo primero que haremos es mirar las 4 cartas de animales durante 15 segundos, para memorizarlas.
Lanzaremos los dados por turnos. Según el color que salga realizaremos una acción u otra:
Cazador: el peón retrocede dos casillas, hacia la jaula.
Prismáticos: se puede elegir entre ver todas las cartas de animales otra vez unos segundos (para recordarlas) o avanzar el peón una casillas, hacia la selva.
Animales: el jugador tratará de adivinar qué animal se esconde en esa carta antes de levantarla. Los demás podemos ayudarle mediante mímica o sonidos de animales. Si acierta, la carta se retira (el animal se libera) y se añade uno nuevo (mostrándolo al grupo antes). Además el peón avanza una casilla hacia la selva. Si no se acierta, la carta se devuelve al mazo como tarjeta final y se añade una nueva.
Cuando se acaban todas las tarjetas de animales del mazo seguimos hasta que se acaben las 4 del espacio del juego. Si sale un color que ya hemos liberado volvemos a tirar el dado.
Recordad que pasamos el turno siempre que el peón avanza, así que si esto no sucede el jugador en turno tirará el dado hasta que esto suceda.*
FIN DEL JUEGO
Si el peón llega a la selva o todos los animales son liberados habremos ganado la partida.
Si el peón llega a la jaula hemos perdido la partida. Pero podremos volver a intentarlo en una nueva partida 😉
EXPERTOS
PREPARACIÓN
Colocamos las 28 cartas de animales y las ponemos boca abajo.
Cogemos las 4 de arriba y las dejamos en medio de los jugadores boca abajo también, junto a ellas colocamos la carta de los prismáticos y la del cazador, éstas boca arriba.
Ponemos al azar, al lado de cada carta, una ficha de color, asociando así el color a la carta.
Pondremos al lado los dos dados de colores y las 6 tarjetas de Uno +Uno.
Dejaremos preparado el tablero por el lado de los Monos. El peón comienza donde está el punto marcado.
¿CÓMO SE JUEGA?
Lo primero que haremos es mirar las 4 cartas de animales durante 15 segundos, para memorizarlas.
Lanzaremos los dados por turnos. Según el color que salga realizaremos una acción u otra:
Cazador: el peón retrocede dos casillas, hacia la jaula.
Prismáticos: se puede elegir entre ver dos de las cartas de animales otra vez unos segundos (para recordarlas) o avanzar el peón una casilla, hacia la selva.
Animales: el jugador tratará de adivinar qué animal se esconde en esa carta antes de levantarla. Los demás podemos ayudarle mediante mímica o sonidos de animales. Si acierta, la carta se retira (el animal se libera) y se añade uno nuevo (mostrándolo al grupo antes). Además el peón avanza una casilla hacia la selva. Si no se acierta, la carta se devuelve al mazo como tarjeta final y se añade una nueva.
Cuando se acaban todas las tarjetas de animales del mazo seguimos hasta que se acaben las 4 del espacio del juego. Si sale un color que ya hemos liberado volvemos a tirar el dado.
Casillas Especiales
Manos – Mímica: solamente se podrá dar pistas para los animales con mímica. No podremos usar sonidos.
Onomatopeyas – sonidos animal: solamente podremos dar pistas para los animales con sonidos. No podremos hacer gestos.
Intercambio posición: antes de jugar el turno con normalidad tendremos que tirar los dos dados de colores e intercambiar las dos cartas que acompañen los dos colores que marquen los dados. Si sale el mismo color en los dos dados no haremos ningún intercambio.
Uno + Uno: antes de lanzar el dado repartimos las cartas Uno + Uno. Entre estas tarjetas solo una de ellas es la tarjeta especial que será la que permita, al jugador que la tenga, ayudar al jugador en turno con mímica o sonidos a adivinar el animal, las otras cartas. Si al lanzar el dado nos sale cazador o prismáticos, y avanzamos el peón, se cancela esta prueba y pasamos el turno.
Recordad que pasamos el turno siempre que el peón avanza, así que si esto no sucede el jugador en turno tirará el dado hasta que esto suceda.*
FIN DEL JUEGO
Si el peón llega a la selva o todos los animales son liberados habremos ganado la partida.
Si el peón llega a la jaula hemos perdido la partida. Pero podremos volver a intentarlo en una nueva partida 😉
CONCLUSIÓN
Desjaulados me ha parecido un juego divertidísimo de principio a fin. Genial desde los 4 años ya que tiene dos modos de juego para que podamos adaptarlo a los más pequeños, además al ser cooperativo es un juego perfecto para disfrutar en familia.
Me ha parecido perfecto para trabajar la comunicación, el trabajo en equipo, además de, por supuesto, la memoria. Y todo esto riéndonos un montón mientras imitamos a los animales.
Por contra, lo que he visto es que puede hacerse algo más aburrido y largo cuantos menos jugadores jueguen. Aunque esto se puede solucionar escogiendo menos animales para el mazo y así que la partida no sea tan larga, o incluso añadiendo algunas reglas que sugiere el propio juego para hacerlo más fácil.
Por último decir que en el propio juego nos dan ideas divertidas como variaciones de reglas y, entre ellas, hay una que me ha encantado. Y es que nos sugieren que añadamos nuestras propias tarjetas de animales. Así que si os animáis a comprarlo y jugarlo, podréis crear nuevas tarjetas con vuestros animales favoritos ¿No os parece genial?
*A nosotros siempre se nos olvida lo de no pasar el turno 😅 y jugamos cada vez uno hayamos avanzado o no, pero bueno eso también hace que el juego sea más dinámico.
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