Esta es una de las partidas que he dirigido más veces y a la que tengo más cariño. Desde que empecé a dirigir a los peques tenía muchas ganas de hacer alguna partida de piratas, así que me puse manos a la obra y saqué todas la ideas posibles de aquí y de allí. Gymkanas piratas, dibujos animados, libros infantiles, pero la mayor parte de las ideas las saqué de una aventura de Pequeños Detectives de Monstruos creada para la Noche de San Juan y colgada en el blog RolyOcio, unos chicos geniales (aunque parece que ya no la tienen subida… una lástima).
Como he hecho esta partida varias veces, lo que escribiré a continuación será una mezcla de todas las partidas, o lo que recuerdo de ellas. Espero que os guste 😉
Esta vez llegué pronto al despacho de la Agencia donde debía esperar a los agentes novatos.
– Buenos días Agentes, bienvenidos a la Agencia de Detectives de Monstruos. Sabéis que hacemos aquí ¿verdad?
– Siii, atrapamos monstruos.
– Los ponemos en un frasco. Yo ya lo he hecho.
– Pues yo no.
Vaya, algunos Agentes parecía que tenían experiencia y otros no*, así que como siempre expliqué a todos que es lo que hacemos en la Agencia, cada uno eligió su nombre de Detective, firmaron sus contratos e hicieron el juramento de Detectives (mirad la aventura anterior, La llamada de los Elfos).
– Mirad chicos esta mañana ha llegado este mensaje dentro de una botella. Vamos a a ver que dice:
Ahoy Detectives!
“El Dragón de los Mares” está en apuros. Tripulación y capitán cada vez estamos más preocupados porque no paran de ocurrir cosas extrañas y mi barba ya no es lo que era. Tememos que algún monstruo marino, o peor aún de tierra firme, se haya colado en el navío, esa sabandija no para de robarnos el botín y la comida.
¡Por las barbas de Neptuno, venid cuanto antes!
El capitán Barba-arcoiris
– Madre mía chicos, el capitán Barba-arcoiris nos necesita. Tenemos que ir cuanto antes a su barco. Pero antes… ¡hay que parecer un pirata! Pero tranquilos, la detective Yoyo siempre está preparada.
Saqué complementos de piratas para todos los detectives y nos “disfrazamos”. Como siempre digo: “Una buena Detective debe saber camuflarse”.
– Ahora que parecemos auténticos Piratas ya podemos ir camino del barco. Pero antes vamos a repartir las herramientas de Detectives por si las necesitamos para atrapar al monstruo.
– ¡Yo quiero la linterna!
– Yo la lupa.
– ¡Y yo!
– Bueno chicos, sabed que las herramientas se reparten por antigüedad y como todos habéis llegado a la Agencia hoy…
– Pero yo ya he sido detective antes, atrapé muchos monstruos.
– Aunque ya hayáis trabajado más veces con nosotros es la primera vez que trabajáis conmigo, la Detective Yoyo, y lo que yo suelo hacer es repartir las herramientas al azar. A ver a ver, que te toca a ti……
Así poco a poco repartí todas las herramientas (suele haber alguna que otra queja pero en general siempre todos acaban contentos con los que les ha tocado, al fin y al cabo son niños, es explicarle porque su herramienta será la esencial en el caso y listo 😉 )
– Bueno, pues ya estamos listos para irnos. ¡Un momento, esperad!… Parece que me llaman… Oh,oh… chicos, hay un problema, voy a tener que quedarme aquí, estoooo, parece que no terminé de arreglar mis papeles y los jefes se han enfadado. Ups!!! Pero vosotros tranquilos, sólo tenéis que ir por allí, dais la vuelta a la montaña lejana (columna de enfrente), todo recto y volvéis, y ya veréis a lo lejos el puerto con el barco del capitán Barba-arcoiris.
El Capitán Barba-arcoiris les estaba esperando justo en la pasarela. Su barba roja es lo primero que vieron los niños:
– Arr! Mis pequeños Detectives. Menos mal que habéis llegado. Estoy furioso! Después de pasar días con ruidos en la bodega y extrañas desapariciones en el Dragón de los Mares, tuvimos que volver a puerto. ¿Os gusta mi barco?
– Ohh, que bonito – dijo la Detective ratón.
– Pero no tienes la barba de colores. ¿Porqué te llaman capitán Barba-arcoiris? – dijo el Detective Dado.
– Puessss, porque mi barba cambia de color. Aún no la entiendo mucho; a veces la tengo de color rojo, otras veces azul y otras amarillo. Y es que precisamente ahora estoy muy enfadado porque además de tener un monstruo dentro de mi barco, resulta que los piratas de agua dulce que tengo como tripulación se han asustado tanto que no saben en qué puesto tienen que estar, y no podremos zarpar.
– Anda y por eso la tienes roja. – dijo el Detective Chickin.
– Rojo es el color del enfado, lo leí en un libro; y amarillo cuando estás contento – explicó la Detective luna.
– Ahhh, por eso me pasa entonces. ¿La barba me cambia de color según si estoy enfadado o contento? ¡Anda! y ¿azul? Solo se pone así cuando estoy preocupado o me he enfadado con algún amigo…
– ¡Eso es porque estás triste! – dijo la Detective ratón
– Ohh, muy bien. Gracias por ayudarme a entenderlo chicos. Sabía que no me equivocaba al pediros ayuda. Y ahora ¿podéis ayudarme a que mi tripulación vuelva a sus puestos en el Barco?
– Siiii.
– Muy bien pues yo os iré diciendo quién es cada uno y en qué puesto va. Comencemos:
(El capitán Barba-arcoiris les enseñó a su tripulación y el barco. Con las pistas tenían que poner a cada uno en su sitio)
– FRAN SE OCUPA DE LOS CAÑONES; ES EL ARTILLERO.
– FRAN SIEMPRE TIENE SIEMPRE MUCHA HAMBRE.
– MC. CORNAL SE OCUPA DE LAS VELAS.
– MC. CORNAL ES AMANTE DE LOS ANIMALES, SOBRE TODO LOS LOROS.
– JONY SE OCUPA DE LIMPIAR, COMO TODOS LOS GRUMETES.
– JONY ES EL PIRATA MÁS JOVEN.
– JOHN SILVER ES EL COCINERO.
– JOHN SILVER TIENE UNA PATA DE PALO Y UN PARCHE.
– RON ES EL OTEADOR.
– RON NECESITA VER BIEN PARA SU TRABAJO, PERO NO CORRER.
– CONRAD ES EL TIMONEL.
– A CONRAD LE GUSTAN LOS PENDIENTES Y LAS PISTOLAS.
Entre todos devolvieron a la tripulación a sus puestos y siguieron con su misión.
– Oh, gracias chicos. Ya no estoy tan enfadado, aunque aún estoy preocupado por ese monstruo. Vaya, mi barba ha vuelto a cambiar ahora es azul.
– Siii, porque estás triste y preocupado… Vamos a cazar al monstruo – puntualizó el Detective Chicken.
Los Detectives comenzaron a mirar por todo el barco, tirando los dados a ver si encontraban pistas. Al llegar a la cocina vieron corazones de manzana mordidos (¡Oh, oh! El nivel de miedo subió en 2, y el Detective que llevaba la herramienta medidora de miedo informó al resto), pero nuestros valientes siguieron buscando pistas. Al llegar al camarote del capitán un mapa arrugado les alertó, y volvió a subir el nivel de Miedo (ahora estaba en 4), pero al fijarse un poco más vieron que sólo era un Gamusino, así que volvió a bajar a 2.
– ¡Que bien! ¡Que bien! Gente nueva en el barco, con lo que yo me estaba aburriendo. ¿Estáis buscando un monstruo?
– Siii, ¿lo has visto? – dijo la Detective Luna
– Puede… si jugáis conmigo quizás os dé una pista.
– Ayy, que pesados son estos gamusinos, siempre quieren jugar – dijo el Detective Dado.
– Bueenoo, vaaale; jugaremos – se resignó el detective Spiderman.
– ¡Que alegría! Juguemos a las adivinanzas:
Es redondo como el mundo y con él llevas el rumbo
EL TIMÓN
Si sube nos vamos, si baja nos quedamos.
EL ANCLA
Son grandes y de tela. Cuando el viento las sopla el barco navega.
LAS VELAS
Escupen bolas por la boca y destrozan barcos de proa a popa.
LOS CAÑONES
Una vez adivinaron todos los acertijos entre todos, el gamusino les dijo:
– ¡Si al monstruo queréis encontrar, en la bodega debéis buscar. Y el agua dulce os debe acompañar!
– Ohh, vayamos a la bodega, corred. – dijo la Detective Ratón
– Espera, tenemos que coger agua dulce, que lo ha dicho el gamusino. – dijo el Detective Chickin
Los valientes Detectives se dirigieron a la bodega y allí se encontraron unas monedas brillantes en el suelo (nivel de miedo 4), y al seguirlas encontraron al Monstruo entre los barriles. Pero entre la luz que llevaban, el agua, y las cuerdas lograron pararlo y …. (Tirada) lograron atrapar al monstruo:
– ¡MONSTRUITO, MONSTRUITO. MÉTETE EN EL FRASQUITO!
– ¡Muy bien chicos! Arrr, hemos conseguido atrapar al Monstruo. Pero, un momento, ¿lo que oigo en el frasco no son lloros? Dejadme ver… Voy a ver si abriendo el frasco un poquito puedo hablar con él…
El Capitán Barba-arcoiris les explicó que el Monstruo que habían atrapado sí que estaba llorando porque era un Monstruo pequeño, ¡¡ tenía 4 años!! Se subió al barco al ver una moneda brillante cuando estaban en su isla y luego no pudo bajar. Él solo quería volver con su mamá.
El Monstruo de las Islas vivía en la “Isla Sonrisa” y para volver tenían que seguir las siguientes pistas:
1. Las sirenas
2. Acantilado rocoso
3. Isla sonrisa
– Ooh, pobrecito. Tenemos que ayudarle. – dijo la Detective Sigilosa
– Pues vamos mis valientes grumetes. ¡Zarpemos a buscar la Isla Sonrisa! Primero buscaremos a esas sirenas.
Con el Barco llegaron a un pequeña isla, una roca en medio del mar donde vieron a tres sirenas. Ellas les pidieron que cantaran una canción pirata para demostrarles que eran auténticos piratas, así que el capitán les enseñó una canción pirata para que la repitieran cantando con él y se la cantaran a las sirenas:
LA VIDA PIRATA ES LA VIDA MEJOR, LA VIDA PIRATA ES LA VIDA MEJOR
EL NAVEGAR, EL NAVEGAR
EN ALTA MAR, EN ALTA MAR
EEEEEES MI GRAN AFICIÓN, EEEEEES MI GRAN AFICIÓN
AQUELLA ISLA QUE VEMOS ALLÍ, AQUELLA ISLA QUE VEMOS ALLÍ
VAMOS A CONQUISTAR, VAMOS A CONQUISTAR
TODA LA TRIPULACIÓN, TODA LA TRIPULACIÓN
Y EL LORO RAMÓN, Y EL LORO RAMÓN
A las sirenas les encantó la canción, y les dijeron la dirección para llegar al Acantilado Rocoso. Además les advirtieron que allí había Monstruos de las rocas y que tendrían que ir con mucho cuidado si no querían que estos los vieran. Los pequeños Detectives junto al Capitán Barba-arcoiris y su tripulación zarparon hacia el Acantilado Rocoso. Al llegar allí bajaron del barco y se cubrieron con la Mantita de Linus** para que los Monstruos de las rocas no los vieran. Tuvieron que ir con mucho cuidado, saltando y esquivando rocas mientras el agua del mar les salpicaba, pero por fin llegaron hasta la pista que buscaban: ¡Encontraron un catalejo mágico y unas siluetas repartidas entre las rocas!
– Ohh, mirad chicos. Quizá con esto podamos descubrir dónde se encuentra la isla sonrisa.
– Sii, se ve una isla. ¡Mirad!
Si miraban por el catalejo se veía una isla, solamente tenían que averiguar cual de todas las islas de las siluetas que habían encontrado era, y así dirigirse hacia ella con el barco. Cuando lo averiguaron pudieron zarpar hacia Isla Sonrisa. Todos estaban muy contentos.
– Mira, allí está tu casa, Monstruito – dijo el Detective Spiderman.
– Podrás ver a tu mamá – dijo la Detective Luna.
– Arr, vuelve a tu casa pequeñín. – dijo el Capitán Barba- arcoiris mientras liberaba al monstruo.
Todos se despidieron del Monstruo de las Islas y volvieron contentos hacia el puerto. La barba del Capitán era de un amarillo brillante y todos cantaban canciones piratas muy alegres. Al llegar a puerto se despidieron del Capitán y volvieron a la Agencia junto a mi, que ya había terminado de ordenar todo. Me contaron su gran aventura y repartimos los carnets de Detectives junto a las medallas. ¡Otra aventura en la Agencia solucionada!
Espero que os haya gustado la partida, y que si alguna vez la hacéis en casa la disfrutéis tanto como yo lo he hecho siempre que la dirijo. ¡Yoho-Yoho!¡Un gran pirata soy!
*Una de las veces que hice la partida en unas jornadas los padres de uno de los niños que iban se pusieron en contacto conmigo en privado para preguntarme si su hijo pequeño podría jugar mi partida, ya que era un niño con TEA. Me comentaron que iría con su hermana y que estaban muy interesados en que jugaran. Yo les dije que podría jugar sin problemas. Hablé con ellos para que me contaran un poco más sobre el peque, sus gustos, etc. Les dije que le hablaran un poco sobre piratas y barcos, ya que la partida iría sobre eso. El día de la partida, antes de empezar, hablé con ellos, me presenté y hablé con el pequeño antes para que supiera con quien iba a jugar. Había leído libros sobre piratas con sus padres antes de venir y estaba entusiasmado, aunque agachó la cabeza nada más verme (no pasa nada, les dije a sus padres, cuando conozca a la Detective Yoyo seguro que entra en el juego) Una vez en la partida lo dejé a su aire. Hubo momentos que no parecía atender, otros que participó como el que más, ya que sabía las adivinanzas más que ningún otro, pero en los momentos con más gritos y jaleo se sentía un poco agobiado, así que lo dejábamos que estuviera callado, o incluso apartado si lo necesitaba, y así fuimos pasando la partida. Al terminar, sus padres me dijeron que se lo había pasado muy bien, y su hermana también. Yo no estaba tan segura; era la primera vez que trataba con un pequeño con autismo. En algunos momentos parecía muy atento a la partida pero otras estaba como en otro mundo; a pesar de todo, sus padres me dijeron que él estaba muy contento y eso fue para mi una gran alegría. Es maravilloso que los juegos de rol puedan reunir a toda clase de peques y hacer que disfruten. Espero que si alguna vez estáis en la misma situación no le tengáis miedo a que puedan participar, seguro que lo disfrutaréis.
** La mantita de Linus es un recurso que uso mucho y que me encanta: Ellos van debajo de una toalla o manta, y al estar ahí nadie puede verlos (llevamos un cartel que dice: SOMOS INVISIBLES, NO PODÉIS VERNOS); la gente normalmente nos ayuda mucho, juega con ello y suele ser muy divertido. Otro recurso parecido son los globos NO ME MIRES. Cada uno tiene que llevar un globo en alto. Mientras lo lleven nadie puede verles u oírles. Los peques se lo pasan en grande levantando sus globos y comprobando como nadie puede verles: ¡Ohh!, ¿donde estás? ¡Ahhh, que susto me has dado!!… se parten de risa XDD.
Commentaires